La Madre y la Tierra……


22 de Abril de 2012.  Día de la Tierra

Antes de nacer  sencillamente somos uno con mamá.
Ella nos protege.
Cuando nacemos tardamos algún tiempo en darnos cuenta que nuestra mamá y cada uno de nosotros  somos dos seres distintos.
Ella nos abraza.
Es entonces cuando nace el miedo  a perderla y ese incipiente amor inmaduro y  tirano lleno de exigencias,  sólo recibir y pocas veces dar.
Ella nos ama.
Cuando apuntamos a  la adolescencia  ponemos distancia  entre ella y nosotros.  Ya no somos tan dependientes y creemos que  ya no la necesitamos.
Ella nos comprende.
Y si tenemos la suerte de que la vida nos haga madurar,  volveremos a ella con todo nuestro amor y respeto.
Ella nos  espera.
Antes de morir deberíamos sencillamente sentirnos uno con Mamá.
Antes de que acabe este nuestro viaje a la Tierra  deberíamos sencillamente sentirnos uno con Ella.
Gracias a Gaia por acogernos, por mantenernos, por darnos sustentos y esperar con paciencia que despertemos y nos demos cuentas el daño que te hacemos y nos hacemos.  Ojalá que pronto los seres humanos superemos esa infancia y adolescencia en la que estamos  enquistados  y volvamos a ti con el amor y el respeto que mereces.

Esta reflexión está dedicada a todas las madres  del mundo y en especial a nuestra madre Tierra, esa pequeñita y preciosa pelotita azul que viene a ser nuestra madre en este magnífico e infinito Universo.


Porque estudios científicos no dejan lugar a dudas. En los últimos 40 años hemos perdido el 30% de la biodiversidad del planeta mientras que hemos duplicado nuestra demanda de recursos naturales. Hace ya mucho tiempo que la Tierra no dispone de suficientes recursos como los que dilapidamos cada año, por lo que nuestro consumo reciente se hace a costa no solo de lo que produce cada año el planeta, sino de sus reservas, dejando a las generaciones futuras un territorio cada vez más empobrecido y contaminado.
Los problemas vienen tanto del lado de las fuentes de los recursos (pérdida de bosques, agotamiento de caladeros de pesca, bolsas  de petróleo, pérdida de suelos fértiles, etc.), como de los sumideros a los que arrojamos nuestros residuos, (exceso de CO2 en la atmósfera lo que genera cambio climático,  radioactividad, contaminación de suelos, de las aguas continentales y océanos, etc.). El único camino posible para que nuestra existencia sea viable es, pues, la reducción de nuestra nefasta  huella ecológica, la disminución drástica del uso de recursos naturales, el que nos ajustemos a los límites físicos razonables.

Ahora es a nosotros a quien nos toca mirar por Ella. ¿No lo creen así?