El estrés (10 de Diciembre 2010)


Después de hablar contigo el último viernes sobre el estilo de vida, la super ocupación y en definitiva el estrés, he pensado que merece la pena, a modo de autocrítica, profundizar sobre este tema y tomar las notas y conclusiones que correspondan para mejorar todo lo que sea posible.
Así que déjame que lo piense, porque quiero lanzar palabras al viento enredadas entre dudas y preguntas para quién tenga a bien recogerlas y hacerlas suyas.
“Hasta que el cuerpo aguante.” Frase lapidaria dónde las haya, frase que hice mía con cierta inconsciencia y resignación asumida, al describir el estilo de vida propio, compartido también por muchos, que roza el límite de lo razonable desde el punto de vista de la salud y en el que estamos irremediablemente inmersos. O al menos, eso es lo que creemos.
“Paren el mundo que yo me bajo.” ¿Cómo lo hacemos? Estamos imbuidos en una sociedad del progreso que nos demanda eficacia y rentabilidad y no vemos otra salida que seguir el ritmo,Adaptarse o mori. Pero, ¿a dónde vamos cuando el estrés tiende al infinito? Probablemente a ninguna parte.

Allá arriba el Universo se expande, aquí en la tierra, nuestro planeta gira y se desplaza, y para colmo, y en lo más profundo de la materia lo átomos contienen partículas en movimientos.
Todo es movimiento, todo es cambio. Desde esa premisa nos podría resultar más imposible atrapar el aquí y el ahora….. y detenerse cuanto menos a pensar, pero todos sabemos que no es así, que detenerse a penar sí es posible, pero practicamos poco.
la Organización Mundial de la Salud (O.M.S.) define el estrés como "el conjunto de reacciones fisiológicas que prepara al organismo para la acción". Desde esta perspectiva lo podemos ver como una respuesta positiva y resolutiva de nuestro organismo. Hasta aquí bien.
Pero la visión más común es definirlo como "el resultado de la relación entre el individuo y el entorno, percibido por aquél como una agresión, que desborda sus recursos y pone en peligro su bienestar".
Es entonces cuando se plantea el problema ya que el organismo se encuentra sobreestimulado, agotando sus recursos. El estrés entonces se convierte en distrés sobreviniendo los desequilibrios físicos, psíquicos y emocionales.
No forzar la máquina más de lo necesarios, de eso se trata y para ello hay que dominar el arte de la discriminación y prescindir de los superfluo y lo que daña, en todos lo ámbito de la vida para proceder a los cambios necesarios. Pero, ¿cómo lograrlo?
Nos planteamos el vivir como una carrera de obstáculos, como una competición y como no somos infalibles, terminamos frustrados buscando nuevos obstáculos que superar y vuelta a lo mismo. Esa es la película de los hechos.
Dice el refranero español cuya sabiduría en tema de salud, en la mayoría de ocasiones, lo pone a la altura de los mejores médicos, que “el que mucho abarca poco aprieta”, así que empecemos a tomar nota y quedémonos con lo esencial .
Y una de las mejores medicina para el estrés, y hablo desde la experiencia, son determinados ejercicios de respiración que buscan La relajación como método natural que revitaliza el cuerpo y la mente. El objetivo es ejercer un control voluntario sobre la respiración, de manera que la utilicemos como calmante cuando nos abrumen las situaciones de estresantes.
Hace ya tiempo que tuve la oportunidad de practicar esta disciplina integral, cuyos orígenes, en la India, se remontan a más de 5.000 año de antigüedad, y que es el yoga. Y digo esto porque una de las cosas que más me llamó la atención de lo que aprendí, fue comprobar la eficacia de las técnicas de respiración (llamada pranayama), sobre el bienestar (físico, psíquico y emocional) de todo el organismo. Y claro, te preguntas. ¿Por qué siendo la respiración una constante que acompaña nuestra vida, (ya que es lo primero que hacemos al nacer y lo último que hacemos al morir), no existe una disciplina occidental, desde la propia escuela, que nos enseñe las ventajas de controlar la respiración?... Y aunque pienso, que por fortuna, el conocimiento pertenece a la humanidad vengan de dónde venda, de oriente o de occidente, ahí queda la pregunta y aquí queda la propuesta.
Si, ya sé, que nos siguen quedando todas las dudas por resolver, y sólo he sido capaz de poner los pensamientos en movimiento. Tampoco voy a daros los consejos que ya todos sabemos para superar el estrés, lo que sí os voy a ofrecer para terminar son mis deseos para con ustedes...

Porque es muy bella la idea de comparar nuestras vidas con un viaje en tren, repletos de estaciones, de oportunidades, de compañeros de viajes y de incidencias de todo tipo, deseo que vuestro particular tren de la vida, no se convierta en un acuciante tren de vida. Y que en vuestro equipaje no falte nunca dos elementos importantes para vivir plenamente como son el sentido común, el sentido del humor.
Y ahora, a mi me corresponde aplicármelo. Hasta la próxima.

2 comentarios:

  1. Para que luegon digan que el stres no es bueno. Me ha parecido muy buena la entrada, y el blog en general muy completo.
    Creo que me verás más por aquí. Felicidades por el blog.
    Samuel.

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  2. Y además Samuel, hemos coincidido en la idea del tren de la vida... Lo que son las cosas..
    Saludos.

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